Si hay algo que podemos concluir del Tercer Foro del Mercado de Valores es el compromiso de los actores del mercado en empujar iniciativas como ésta, que no sólo colocan nuestro mercado en la palestra pública, sino que agregan valor a través de su contenido. El fin de este encuentro va más allá de incentivar la inversión y el financiamiento a través de un mercado público y transparente: es también fortalecer la base de la educación financiera para que las personas puedan ejecutar con criterio y responsabilidad su planificación financiera.

El panel conformado por la Bosa y Mercados de Valores de la República Dominicana, la Superintendencia del Mercado de Valores y un invitado especial de la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones, el señor Edgar Robles, ilustró a los presentes sobre la importancia de la tecnología en el proceso de desarrollo del mercado y cómo ésta influye en los procesos de transacción, estructuración y colabora en la toma de decisiones de los inversionistas profesionales. También conocimos las expectativas de estos últimos con la incursión de las primeras acciones en el mercado dominicano.

La participación de Moshe Milevsky puso en perspectiva algunas de las cuestiones más importantes que deben influir en la toma de decisiones de nuestra cartera de inversiones y la importancia de manejar éstas conforme a la edad, el momento o situación profesional de cada uno, y de qué forma deberíamos administrar nuestro riesgo. Comparó el patrimonio de cada individuo a una empresa que llamó Usted, S.R.L., en la cual se encuentran sus activos: cuentas bancarias, vehículo, inmueble, negocios, fondo de pensión, etc; y pasivos: hipotecas, préstamo educativo, tarjetas de crédito, entre otros, los cuales conforman lo que definió como Capital Financiero.

Igualmente, identificó lo que los economistas llaman Capital Humano que no es más que la inversión que han hecho las personas en su formación profesional desde su juventud y cómo la gran mayoría del patrimonio y riquezas de los jóvenes están vinculados a un Capital Humano altamente ilíquido y no diversificado, ya que se encuentra concentrado en conocimiento, básicamente.

Demostró cómo este escenario va cambiando a través del tiempo, en la medida que el Capital Financiero va creciendo, similar a un bono por su estabilidad, y el Capital Humano pudiera irse reduciendo o tornarse volátil con la edad de cada individuo, fluctuando como una acción, por lo cual todos debemos aprender a administrar ambos capitales de forma holística.

En edades más jóvenes, cada uno debe asegurar su Capital Humano y en edades más avanzadas debe protegerse contra diferentes riesgos. Si usted tiene todo su capital (humano y financiero) en una misma industria, es decir, sus inversiones están en el mismo sector en el que trabaja, usted ha concentrado su riesgo, pudiendo estar sujeto a una mayor volatilidad. Sin embargo, si usted trabaja en el sector hotelero, por ejemplo, quizás lo conveniente es que invierta en minería, generación eléctrica o cualquier otro sector que le permita diversificar ese riesgo, buscando que un tipo de capital complemente al otro para lograr el balance de riesgo necesario.